Panesi
Bogotá es una ciudad tan agitada que
a veces no hay tiempo ni para tomar café. Diferente por supuesto, al que se
consume antes del desayuno para empezar el día. Nos propusimos, hacer una
entrada semanal al blog pero los días pasan tan de prisa y siempre están tan
llenos de tareas que pareciera imposible. No obstante, fieles al propósito
haremos una pequeña digresión.
¿Qué tanto café se bebe en Suiza?
Mucho. De hecho, es uno de los países
donde las personas consumieron más café en el mundo en 2014. Los primeros tres puestos los ocupan
Finlandia, Suiza y Países Bajos, donde se consume en promedio
1.252, 1.211 y 1.145 tazas de café al año, respectivamente. Lo equivalente a
3,5 tazas al día, 3,3 y 3,1, en su orden. ( http://www.dinero.com/economia/articulo/colombia-exporta-cafe-mayores-consumidores-del-mundo/210780). A propósito, en el 2013 el “café colombiano” fue reconocido como
marca de origen en Suiza, lo que es un gran logro y una gran oportunidad de
negocio para nuestra producción nacional ya que Suiza es una gran potencia en el
comerció del café. Más del 70% del volumen total del café negociado en el mundo
se comercia directa o indirectamente en Suiza.
Digresiones a un lado esta semana
estuvimos en una cafetería de inspiración Suiza, localizada en un barrio en donde
casi todos los edificios están nombrados como algún lugar de Suiza y que de
hecho se llama "Bella Suiza". El Barrio ubicado en el norte de la ciudad, es
encantador, silencioso y tranquilo. Conformado por apenas unas cuantas cuadras
se caracteriza por sus bonitos jardines y por estar bastante arborizado, además
de tener en un radio de 6 cuadras varios parques muy bien cuidados. Bueno en Panesi
cuyo mayor mérito es ser refugio posible para una tarde lluviosa, venden un
buen café colombiano acompañado de ricos pasteles inspirados en la cocina
helvética. A decir verdad, los pasteles y tortas son muy agradables, nosotras
probamos el Plunder de manzana y realmente vale la pena.
La tarde estaba muy
fría y lluviosa. Teníamos la intención de visitar otro lugar para esta segunda
entrada, pero el clima y el eslogan de la cafetería que promete hallar “el amor
a primer mordisco” nos hicieron cambiar de planes y decidimos entrar a Panesi
un pequeño espacio decorado con mesas de madera de pino y presidido por una
gran fotografía de los Alpes Suizos.
Según afirma la publicidad, los pasteles y tortas son elaborados
artesanalmente con masas importadas, con lo que se garantiza su autenticidad.
El lugar persigue la sobriedad suiza y de alguna forma con los sabores, la
amable actitud de las personas que atienden, la foto y una bandera de fondo,
nos hicieron pensar en Suiza.
En Colombia padecemos de nostalgia no
se sabe si es por esos ancestros difusos que todavía subsisten en algo que
podría ser una especie de memoria genética, pero aunque los migrantes
económicos miren (o miraban) hacia los Estados Unidos, siempre nuestros sueños
se han volcado hacia Europa. Creo que por esa razón existe un lugar como Panesi
por esa suerte de añoranza misteriosa que nos lleva a pensar en que pese a la
tragedia y la barbarie del “descubrimiento” y posterior “conquista” algo
tenemos de las tierras allende del mar. Claro está que Suiza queda lejos, muy
lejos de nuestras raíces, pero igual está en el lugar de la imaginación de algo
que nos gustaría llegar a alcanzar.
Tomando café, “café colombiano”, y en
ese aire desolado que deja la lluvia hicimos un puente imaginario entre nuestra
natal Colombia, tan diversa, tan compleja y los recuerdos de nuestro viaje a
Suiza; la arquitectura medieval y los osos juguetones de Berna. Entre el extraordinario
encanto y los malhumorados cisnes de Lucerna y las montañas inmensas y rotundas
de Bogotá. ¿Que puede haber en común?
Simple: una taza de buen café.
Panesí está a mitad de camino
entre un café gourmet y una cafetería e barrio, esa mixtura le da un carácter
muy personal. Permite pensar en nuestras distancias y cercanías con el viejo
mundo, tiene un buen café y excelente pastelería.
Lo mejor: encontrarla en una esquina, como asomada,
discreta en una tarde de lluvia
Una recomendación: tazas de cerámica, que permitan
abrazar con las manos el café.
Dirección: Cra 8 # 127-76
Námaste. Rebeca y Laura.
Námaste. Rebeca y Laura.
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