Homenaje a Brasilia, la capital de Brasil 🇧🇷

Fiel a nuestro propósito de recorrer diferentes cafés, en esta ocasión viajamos a Brasilia y nos dimos a la tarea de visitar algunos.
Todavía mucha gente piensa que la capital de Brasil, el coloso del sur, es Rio de Janeiro, famosa por sus playas y su carvanal. Pero no, Brasilia es la capital federal de Brasil  y sede del gobierno del Distrito federal, es una ciudad nacida en un desierto sobre tierra roja pero arborizada con hermosos y floridos Ipes árboles que cual cerezos en flor, llenan sus copa de colores amarillo, rojo, blanco o rosa.


Brasilia a diferencia de la mayoría de las ciudades que se fueron desarrollando a medida que crecía su población, con toda la arbitrariedad, caos y casualidad que suponen los asentamiento humanos, comparte con ciudades como San Petersburgo, Washington D.C., Canberra, o Putrajaya, la rara particularidad de ser una ciudad planificada, construida y urbanizada con el fin expreso de usarse como capital o sede administrativa nacional, convirtiéndose rápidamente en una gran megalópolis.

La capital brasileña es la única ciudad del mundo construida en el siglo XX a la cual la UNESCO le ha adjudicado (en 1987) el rango de Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad. El plano de la ciudad fue obra de Lúcio Costa y la mayoría de edificios destacados fueron creados por Oscar Niemeyer. El paisajismo estuvo a cargo de Roberto Burle Marx.

La ciudad fue construida sobre una base en forma de avión en un terreno originalmente árido e inhóspito. A pesar de ello se le incorporó una hermosa presa de agua que le aporta frescura a la urbe y es un espacio propicio para la contemplación.
La ciudad se destaca por sus amplias avenidas, que encierran además de edificios públicos, dos barrios, uno al norte y uno al sur, que son divididos en las llamadas "supercuadras", que como su nombre lo indica agrupan enormes conjuntos de edificaciones, cuya arquitectura deja en el primer piso libre de muros para que se pueda circular en espacios abiertos. Cada supercuadra tiene apenas una entrada, zonas verdes pobladas de árboles vigorosos y en la parte externa un comercio local. Esta característica hace que exista una amplia y muy diversificada oferta comercial distribuida por toda la ciudad. No existe como en Bogotá zonas en donde se concentran un gran número de restaurantes y cafés (zona G, zona rosa, zona T), por el contrario, Brasilia está salpicada de encantadores lugares que es necesario “descubrir” recorriéndola.


En esta visita fuimos a varios cafés. El primero de ellos Ernesto Cafes Especiais ubicado en el Asa Sul, cerquita del templo budista. El lugar cuenta con dos pisos y un área exterior. La tarde estaba luminosa pero  corría un viento helado, llegamos a una reunión con amigas que no se ven hace tiempo. Nos sentamos en la parte externa abrazadas por los árboles que le dan al lugar una ambiente apacible y campestre pese a estar inmerso en la ciudad.



Después del café y una exquisita torta alemana recorrimos el lugar para descubrir que exhibe en una de sus paredes las placas de varios premios y en las restantes tenía instalada una exposición de cuadros bastante interesante, que suponemos cambian periódicamente, por lo que además de café tiene un toque de galería de arte. En el tercer piso se pueden encontrar una estantería con pocos pero interesantes libros para quien desee sentarse a hojear e incluso comprar propuestas alternativas en materia de diseño gráfico.



 El café lo sirven atendiendo los gustos del comensal, utilizando según se desee diferentes técnicas de filtrado. Es un café con sabores marcados y definidos, que sirve de inmejorable compañía para una tarde de recuerdos y proyectos en una de las ciudades más interesantes del Brasil.





Namasté! Rebeca y Laura

Lo mejor: La mezcla de café y arte. Cuadros, libros y arte urbano hacen presencia. Uno de estos artistas es Pedro Sangeon con su personaje de Gurulino (última foto, el hace continuas reflexiones espirituales con sus obras por toda Brasilia, nos encanta. Para saber más de el acá un artículo: https://lupa.atavist.com/pedro-sangeon-e-gurulino   

Recomendación: Capuchino clásico con torta alemana. Ojo en Brasil el capuchino en la mayoría de lugares lo sirven con chocolate (como si fuera un mocachino, fue una alegría encontrar un capuchino clásico (café expreso y leche montada con vapor para crear la espuma💕  


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